¿Había despertado o seguía soñando? Aquel calorcito en su empeine derecho estaba siempre allí, una sensación insólita que le erizaba todo el cuerpo y le revelaba que no estaba sola en esa cama. Los recuerdos acudían en tropel a su cabeza, pero se iban ordenando como un crucigrama que se llena lentamente. Habían estado divertidas y algo achispadas por el vino después de la comida, pasando del terrorismo a las películas y a los chismes sociales, cuando de pronto, Chabela miró el reloj y se puso de pie de un salto, pálida.
Por mucho que pasen los años, Mario Vargas Llosa ha mantenido intacta la capacidad de asombrar con su literatura, debido a su capacidad para reinventarse continuamente y buscar nuevas vías.
No se ha dormido en los laureles tras ganar el Premio Nobel en 2010, pues justo a continuación publicó "El sueño del celta", en 2013 vio la luz "El héroe discreto" y ahora llega a las librerías "Cinco esquinas", coincidiendo con el 80 cumpleaños del autor peruano, sus aventuras como actor teatral y su enorme presencia en los medios del corazón por razones que poco tienen que ver con el ámbito literario.
Alfaguara publica en España "Cinco esquinas", en edición en tapa blanda con solapa, de 272 páginas, que sale a la venta al precio de 20,90€. También está disponible para su descarga en ebook y epub, por 12,99€.
Sinopsis de "Cinco esquinas", operación chantaje
La acción transcurre en Perú, en los años 90. Enrique "Quique" Cárdenas Sommerville, exitoso empresario minero, vive feliz con su esposa, Marisa. Ésta emprende de repente una aventura sexual con Chabela, su mejor amiga y esposa de Luciano, a su vez gran amigo de Cárdenas.
Mientras, un individuo conocido como El Doctor, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, requiere la colaboración de Rolando Garro, director de "Destapes", una publicación sensacionalista, para intimidar a Cárdenas mediante unas fotos comprometedoras en las que se le puede ver en una orgía.
Crítica de "Cinco esquinas", una novela menor
El título del libro, "Cinco esquinas", alude a un barrio limeño de la zona de Barrios Altos, hasta hace unos años considerado un área elegante para la clase alta, pero que sin embargo, con el paso del tiempo ha ido a menos. No es el caso de Mario Vargas Llosa que teje una novela que poco tiene que ver a nivel formal con la inolvidable "La ciudad y los perros", por poner un ejemplo.
Y aunque no se convertirá en punto de referencia para autores que publiquen en el futuro ni se estudiará en las universidades, sorprende su enorme frescura, pues sus frases parecen escritas por un autor más joven necesitado de consagrarse. Queda lejos la sensación de que se está autoplagiando que producen otros muchos escritores, aquéllos que tras alcanzar el éxito con una fórmula, únicamente saben repetirla una y otra vez, para asegurarse el reconocimiento de su público.
Explora de nuevo los mecanismos para mantenerse arriba de los poderosos, tema omnipresente en la bibliografía del escritor. En esta ocasión describe la utilización de los medios de comunicación por parte de Alberto Fujimori a finales del siglo XX en su país, con ayuda de su mano derecha, Vladimiro Montesinos, aquí denominado El Doctor.
Se empieza a leer con muchas ganas, y mantiene el interés hasta el final, aunque tiene una estructura más improvisada que otras obras de Mario Vargas Llosa (al parecer en esta ocasión no tenía previsto ni el título mientras escribía). Lo que ocurre es que una vez terminado, queda la sensación de que no se ha terminado de aprovechar del todo el potencial de los personajes, o de algunas temáticas, sobre todo el papel del periodismo como quinto poder, pues al final el escritor reivindica los periódicos, área que conoce a la perfección, pues les ha dedicado muchísimo tiempo a lo largo de su carrera.
En resumen, se trata de un libro no exento de interés, asequible para cualquier tipo de público. Pero queda lejos de grandes obras del peruano, como "La tía Julia y el escribidor" o "La guerra del fin del mundo", entre otras.
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Crítica de "El héroe discreto", de Mario Vargas Llosa
Tras apartarse bastante de sus tramas habituales con
"El sueño del celta", Mario Vargas Llosa retoma a sus personajes
habituales en otra novela ambientada en su Perú natal, con "El héroe
discreto".
La nueva novela del Premio Nóbel de Literatura de 2010 está
editada en España por Alfaguara. Ha salido a la venta al precio de euros.
Sinopsis de "El héroe discreto", tramas paralelas
Sinopsis de "El héroe discreto", tramas paralelas
Sus personajes recuerdan a los que aparecen en sus mejores
libros. Mezcla de humor y drama, encadena dos historias paralelas, en la línea
de varios de sus obras clásicas, como "La tía Julia y el escribidor",
o "El paraíso en la otra esquina".
Por un lado, Felícito Yanaqué, pequeño empresario de Piura, intenta hacer frente a un individuo que le está chantajeando. El otro protagonista, Ismael Carrera, es por contra un exitoso hombre de negocios, que traza un plan para vengarse de sus dos hijos, unos vagos que desean su muerte para quedarse con la herencia.
Crítica de "El héroe discreto", menor pero apasionante
Por un lado, Felícito Yanaqué, pequeño empresario de Piura, intenta hacer frente a un individuo que le está chantajeando. El otro protagonista, Ismael Carrera, es por contra un exitoso hombre de negocios, que traza un plan para vengarse de sus dos hijos, unos vagos que desean su muerte para quedarse con la herencia.
Crítica de "El héroe discreto", menor pero apasionante
Como es habitual desde el principio de su bibliografía,
Vargas Llosa escribe con gran maestría, cautivando desde el primer momento,
aunque "El héroe discreto" tiene un tono de obra asumidamente menor,
de divertimento para pasar el rato, que finalmente resulta ameno, si bien no
pasará a ocupar la cumbre de las creaciones artísticas del responsable de
"La ciudad y los perros".
Los apasionados de la obra del escritor, lo pasarán
estupendamente con las apariciones episódicas de antiguos personajes de sus
obras. Doña Lucrecia, Fonchito, don Rigoberto, El sargento Lituma y alguno más.
Crítica de "El sueño del celta", de Mario Vargas Llosa
Da gusto comprobar que algunos escritores mantienen su espíritu juvenil así que pasen los años. Es el caso del peruano Mario Vargas Llosa que con "El sueño del celta", abrió nuevos horizontes en su ya extensa bibliografía. Se publicó poco después de que ganara el Premio Nobel de LIteratura.
A diferencia de otros autores que se autoplagian una y otra vez, Vargas Llosa parece buscar nuevos caminos tanto temáticos como estilísticos. Y sus líneas transmiten una enorme ilusión por publicar y abordar nuevas historias que hacen olvidar que el autor tenga ya 74 años. Muchos escritores jóvenes carecen de la vitalidad del veterano autor de "La ciudad y los perros" y "Pantaleón y las visitadoras".
Argumento de "El sueño del Celta": injusticias en El Congo
En esta ocasión, Vargas Llosa realiza una sentida denuncia contra el colonialismo histórico, aunque su obra tiene una lectura que da que pensar sobre algunas prácticas abusivas del mundo actual. Para ello recupera la figura de Roger Casement (1864-1916), nacionalista irlandés, vinculado al Sinn Féin, que ejerció como diplomático para Gran Bretaña. La obra comienza cuando el protagonista ha sido encarcelado por traición a la Corona Británica. Entre rejas, rememora los principales acontecimientos de su vida.
Casement desarrolló una intensa actividad para denunciar los abusos de las autoridades belgas en el Estado Libre del Congo, después de que el rey Leopoldo II incorporara este territorio a su corona y con la excusa de llevar la civilización, se apresurara a exprimir los recursos naturales del lugar. Tras recorrer exhaustivamente la zona, como representante del gobierno británico, Casement elaboró un documento titulado "Informe sobre el Congo", que levantó ampollas en la sociedad de la época.
Casement también visitó la Amazonía peruana en 1910. Allí investigó una serie de injusticias cometidas por la Peruvian Amazon Company contra los indígenas de la zona.
Estructuras de poder
Como en muchas de sus obras, Vargas Llosa traza una "cartografía de las estructuras de poder", términos usados por la academia sueca para referirse a sus méritos para entregarle el Nobel. El escritor vuelve a demostrar su talento literario con la biografía novelada de un personaje real, género muy difícil porque presenta el tremendo reto de que el autor logre plasmar lo que desea contar ciñéndose a los hechos históricos verídicos.
"Es una gran mentira que cuenta una gran verdad", comenta el propio Vargas Llosa sobre su novela. Admite que algunos pasajes son fruto de su imaginación, pero gracias a ellos la obra transmite su mensaje sobre la explotación colonial, la barbarie y el lado oscuro de la naturaleza humana. Sorprende también su tratamiento de la homosexualidad del protagonista, factor que en la época era muy escandalizante.
Una obra que atrapa poco a poco
La obra va ganando en interés conforme el lector se adentra en su lectura. Aunque empiece los primeros capítulos con desgana, es inevitable que se sienta escandalizado ante las brutalidades coloniales que denuncia el autor: la toma de mujeres y niños como rehenes para que los nativos cumplan con las cantidades de caucho que tienen que entregar, los castigos físicos, la rivalidad por ser más cruel que los demás, etc. Vargas Llosa logra una eficiente denuncia de la brutalidad humana y de la codicia.
Sobre todo, es inevitable pensar que la denuncia de lo que ocurrió durante la llamada "fiebre del caucho" no se queda en una mera descripción del pasado. No es poco habitual, por desgracia, encontrarse con nuevas denuncias de explotación de ciudadanos de países pobres por parte de algunas multinacionales capaces de sobrepasan los límites éticos para satisfacer sus necesidades de recolección de materias primas. La novela del último premio Nobel tiene un mensaje muy actual.
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