Jo Nesbø (Oslo, 1960) está considerado uno de los más
ilustres representantes de la ola de novela negra nórdica que hace furor.
Gracias a su talento, y al de otras autoras noruegas como Anne Holt, Unni
Lindell y Karin Fossum, se puede considerar a su país como una de las grandes
potencias del género, haciéndole sombra a la mismísima Suecia, el país más
poblado de Escandinavia.
"El leopardo" supone la octava entrega de la serie
protagonizada por el particular comisario Harry Hole, cuyas peripecias se
iniciaron en 1997, con "El hombre murciélago".
"El leopardo" está publicado en España por
Literatura Random House, como parte de su colección Roja & Negra. Ha salido
a la venta en edición de 696 páginas, en tapa blanda con solapa, al precio de
19,90€. También está disponible en e-book, por 11,39€.
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Sinopsis de "El leopardo", un nuevo asesino en serie
Aunque logró detener al terrible psicópata conocido como
Muñeco de Nieve, la muerte de Rakel, la mujer de su vida, ha dejado al
comisario Harry Hole completamente desolado. Decidió poner tierra de por medio,
y ha acabado recluido en Hong Kong, donde trata de olvidar sus penas consumiendo
habitualmente opio. La mafia no le deja salir del lugar, por una deuda
contraída por apuestas hípicas.
Sus antiguos compañeros le envían a la joven Kaja como
emisaria para recogerle, porque precisan de su ayuda. Dos mujeres han aparecido
ahogadas en su propia sangre, lo que sugiere que ha podido aparecer un nuevo asesino
en serie. Aunque inicialmente, Hole se niega a regresar a su país,
reconsiderará su postura cuando recibe la noticia de que su padre está
gravemente enfermo.
Crítica de "El
leopardo", máxima intensidad
Jo Nesbø lo tenía muy difícil para escribir esta entrega
tras la lograda intensidad dramática de la redonda "El muñeco de nieve"
(la mejor de la serie junto a "Némesis), donde llevaba claramente al
límite a su personaje. Sin embargo, consigue con enorme habilidad aprovechar la
tensión derivada de aquélla, y llevar al personaje central incluso más allá, en
su descenso al Infierno. Adquiere, si cabe, mayor profundidad en la descripción
del personaje, una de las más logradas creaciones de la literatura escandinava
actual.
Con su habitual estilo desgarrador, el autor describe de
forma tan precisa los momentos más turbios de la trama, que proporciona una
sensación desasosegante al lector, y que incluso podría alejar a los lectores
más sensibles de su obra. Estamos ante el volumen más duro de Nesbø hasta el momento.
En cualquier caso, "El leopardo" tiene una extraña capacidad de absorción, pues acaba leyéndose prácticamente de un tirón. No resulta extraño que recibiera en su momento los premios de la Academia Danesa de escritores de novela negra y el Palle Rosenkrantz, a la mejor novela del año.
En cualquier caso, "El leopardo" tiene una extraña capacidad de absorción, pues acaba leyéndose prácticamente de un tirón. No resulta extraño que recibiera en su momento los premios de la Academia Danesa de escritores de novela negra y el Palle Rosenkrantz, a la mejor novela del año.
historia inverosímil, los giros en la trama la hace muy tediosa y difícil de digerir. Hay muchos capítulos que no sirven para nada, muchos tópico y personajes estereotipados hasta la saciedad, y además el escritor aprovecha muchas páginas para hablar de casos anteriores como el "muñeco de nieve" que no vienen a cuento (comercialización pura y dura, una falta de respeto al lector) y cuando decide recurrir a la historia amorosa, al sexo, a la violencia es para contentar al lector común de best-sellers modernos, tan habido de la morbosidad. Y también me iba dando cuenta a medida que iba leyendo que es un libro muy preparado para llevar al cine (he aquí otra intención muy explícita del autor para sacar el mayor rédito económico). No recomiendo este libro a nadie. Quien quiera disfrutar de una buena lectura policíaca, enmarcada en un buen contexto histórico que haga realista la historia, que acudan a Arthur Conan Doyle o Agatha Christie. Quien quiera ahondar en novelas que exploren la psicología humana que lean a Dostoievski.
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