Por su indiscutible importancia en la historia reciente de
España la figura de Adolfo Suárez ha sido bastante tratada en diversos libros,
entre los que destacan las obras de Manuel Campo Vidal, Abel Hernández, Carmen Laviña, Gregorio Morán. También tiene gran interés el libro "Anatomía de un instante", de Javier Cercas,
centrado en el 23-F, aunque acababa siendo un acercamiento al primer presidente
de la democracia española, desde un autor que se consideraba a su izquierda y
que trata de entender por qué la generación de sus padres venera a este
personaje.
Sin embargo, flota en el aire la sensación de que el político abulense
da mucho más de sí, que aún se debe reivindicar más su actividad pública, y de
que parece que se está esperando a que le llegue la muerte para rendirle los
honores que sin duda merece.
Así las cosas, se recibe con agrado la publicación de
"Puedo prometer y prometo. Mis años con Adolfo Suárez", escrito por
el periodista Fernando Ónega. El volumen ha sido editado por Plaza & Janés,
en edición en tapa dura, de 330 páginas. Sale a la venta al precio de 19,90
euros.
Crítica de
"Puedo prometer y prometo. Mis años con Adolfo Suárez", contado desde
el corazón
Estamos ante el libro de un estrecho colaborador de Adolfo
Suárez, autor de varios de sus discursos más cruciales, entre ellos aquél en el
que usaba la expresión "puedo prometer y prometo". Pero pronto queda
de manifiesto que más bien se trata de un amigo. Prima el tono elogioso, amable
y hasta entrañable, y el autor confiesa que más que una biografía ha pretendido
elaborar "un cariño", lo que supone toda una declaración de
principios.
En cualquier
caso, el autor no renuncia a la descripción realista de Suárez, y casi por arte
de magia logra mantener el equilibrio entre la hagiografía sentimental, y el retrato sincero y veraz de lo ocurrido.
Comienza explicando que Adolfo Suárez pasó una serie de pruebas
antes de ser elegido por el Rey para dirigir la Transición. Recuerda numerosas
anécdotas valiosas, algunas quizás más conocidas (por ejemplo cuando se topó
con una manifestación en Ferrol y logró que se disolvieran no se sabe cómo) y
otras menos sabidas o casi inéditas (la periodista Esther Esteban le pregunta
cómo consigue mantener el traje planchado y él responde que ha llevado consigo
seis).
También recopila numerosos testimonios sobre el personaje de gran interés, entre ellos los del Rey Juan Carlos I. Acaba con una interesante crónica de los contactos de Adolfo Suárez con
la banda terrorista ETA, que se mostró más sangrienta que nunca durante su
mandato. Al parecer, sólo lo hizo para garantizar la paz durante el proceso
electoral de 1977.
Lealtad al rey
Fernando Ónega hace gala de haber conocido muy a fondo al
personaje, pero se muestra bastante franco y no esconde sus puntos débiles y
los aspectos más criticados de su carrera. Aprovecha para hacer frente a estas
acusaciones con bastante inteligencia. Por ejemplo, recuerda aquellas
declaraciones de su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo, en las que contaba que no
había encontrado libros en La Moncloa, rebate la convicción generalizada de que
Suárez no leía, y recuerda que en lugar de dedicarse a los libros, ejercía como
presidente las 24 horas del día.
Dos son quizás las aportaciones más interesantes de
"Puedo prometer y prometo" frente a otras biografías y textos centrados en Adolfo
Suárez. En primer lugar, Fernando Ónega explica muy bien su complejo de culpa,
tras haber primado durante muchos años su carrera política por encima de su
familia, y su dedicación plena a partir de un determinado momento a los suyos. El
otro punto clave es que subraya bastante bien su absoluta lealtad al rey, y el hecho de que supeditara
todas sus maniobras políticas a los intereses de la Corona.
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